No es tan fácil instruirse en el arte de no hacer el ridículo. En muchos momentos de mi vida lo he padecido, y lo he hecho padecer, algo tenía que aprovecharse de tanta mediocridad. Ser perezoso no es algo que me llene por completo, inútil para la sociedad en todo caso. Pero es algo que la letanía en la que decidí educarme me ha hecho aceptar de un modo u otro. En muchos momentos es necesaria la inevitable sensación de ir vagando por la vida, si uno no se siente perdido en algún momento, ¿cómo sabrá cuando llegue al punto deseado?
Siento que por esto me pierdo en divagaciones, y hago de mi vida un eterno tormento, tal vez no sabría qué hacer con la madurez de una persona que se ha ubicado en la vida. La consciencia de la inmadurez en un punto en el que ya no debería existir es algo que en verdad me atormenta. Siempre me ha atraído la idea de que una persona puede reinventarse, después de destruir su universo actual lograr construir uno nuevo, con las mismas variantes y la misma materia pero en esencia distinto. Ese universo que podría llevarme a la madurez aún me está vedado por mis propias actitudes pero sin duda es alcanzable.
Mis errores se hacen cada vez más fuertes y con más consecuencias. Nunca imaginé una vida llena de peligros, temores que destruyen el conocimiento que podría alcanzar de mí. Las personas no pueden conocerse sin antes haber conocido el dolor, ese placebo que muchas veces ofrece una cura momentánea, pero que siempre culmina con la expectación de una decisión muy importante. El dolor es el conocimiento, es la fuente de la felicidad, y yo no he sabido captar sabiduría de esa fuente, siempre he usado mis manos, juntándolas, en la expectativa de captar todo lo posible, pero siempre se me escapa una gran cantidad entre los dedos.
La ignorancia (símil con inmadurez) es uno de mis grandes defectos. Lo peor es que aún así disfruto la vida, tal vez eso me hace disfrutar más la vida. El verdadero conocimiento requiere grandes responsabilidades, y las responsabilidades no son mi fuerte en este momento. A veces es útil saber lo que nos depara la vida, pero no pienso acabar loco por no poder intuir el futuro, no puedo tener en las manos lo que no me pertenece, realmente nada me pertenece.
Necesito un salvavidas, tal vez necesitaría ver todas las variantes que mi pasado construye, es posible que el pasado sea el salvavidas que necesito.
Siento que por esto me pierdo en divagaciones, y hago de mi vida un eterno tormento, tal vez no sabría qué hacer con la madurez de una persona que se ha ubicado en la vida. La consciencia de la inmadurez en un punto en el que ya no debería existir es algo que en verdad me atormenta. Siempre me ha atraído la idea de que una persona puede reinventarse, después de destruir su universo actual lograr construir uno nuevo, con las mismas variantes y la misma materia pero en esencia distinto. Ese universo que podría llevarme a la madurez aún me está vedado por mis propias actitudes pero sin duda es alcanzable.
Mis errores se hacen cada vez más fuertes y con más consecuencias. Nunca imaginé una vida llena de peligros, temores que destruyen el conocimiento que podría alcanzar de mí. Las personas no pueden conocerse sin antes haber conocido el dolor, ese placebo que muchas veces ofrece una cura momentánea, pero que siempre culmina con la expectación de una decisión muy importante. El dolor es el conocimiento, es la fuente de la felicidad, y yo no he sabido captar sabiduría de esa fuente, siempre he usado mis manos, juntándolas, en la expectativa de captar todo lo posible, pero siempre se me escapa una gran cantidad entre los dedos.
La ignorancia (símil con inmadurez) es uno de mis grandes defectos. Lo peor es que aún así disfruto la vida, tal vez eso me hace disfrutar más la vida. El verdadero conocimiento requiere grandes responsabilidades, y las responsabilidades no son mi fuerte en este momento. A veces es útil saber lo que nos depara la vida, pero no pienso acabar loco por no poder intuir el futuro, no puedo tener en las manos lo que no me pertenece, realmente nada me pertenece.
Necesito un salvavidas, tal vez necesitaría ver todas las variantes que mi pasado construye, es posible que el pasado sea el salvavidas que necesito.
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