No tengo nada que decir a su favor. Siempre supe que no sería elegido para entrar en este lugar. No me arrepiento ni siento ningún remordimiento, por el simple hecho de ser un humano más; uno de tantos personajes que van y vienen, los cuales difícilmente tienen una trascendencia en un planeta con miles de millones de posibilidades. Hace algún tiempo habría sido impensable decir que somos un accidente en el maravilloso universo, ahora nos hemos concentrado en adquirir la consciencia de que somos casi nada.
Me importa poco lo que sucedió en el Renacimiento, y a usted, en todo caso, debería molestarle. Centrarse en el ser humano podría parecer una causa noble a primera vista, pero dónde queda lo demás; nunca valoramos el hecho de que la naturaleza y su desarrollo es lo que realmente ha importado a lo largo de millones de años. Debó decir que en ese sentido hizo un muy buen trabajo, al dejar libre albedrío a la materia, no debió ser tarea fácil; sobre todo para su ego. Está bien, acepto que algunas “coincidencias” no se dan de manera tan fortuita, sería un error pensar que todo fue creado para vivir en la más completa libertad.
Qué más da si nos hemos olvidado de usted, no creo que le afecte tanto, le afectará a los que lleguen aquí y no creían, o a los que decían “chance y sí, chance y no”; “ver es creer” en el mundo moderno. Teniendo la mitad de “fe” y la mitad de “razón” se pretende estar siempre en lo correcto, vana ilusión. Sé que todo esto le ha afectado, que ha perdido credibilidad, pero tiene en mí la más sincera comprensión.
Debo añadir que este lugar tiene bonita decoración, demasiado diáfano para mi gusto, pero no podría ser de otra manera ya que siempre lo he imaginado así. La luz, símbolo de la sabiduría, tiene que entrar de manera constante para eliminar la posibilidad de chocar contra uno de esos supuestos monstruos que habitan en la oscuridad. Entonces sí, me parece buena la elección de colores, bonito lugar.
Entiendo señora, sé que es tarde y que además no es tiempo de hablar de estas cosas; tengo que despertar.
Me importa poco lo que sucedió en el Renacimiento, y a usted, en todo caso, debería molestarle. Centrarse en el ser humano podría parecer una causa noble a primera vista, pero dónde queda lo demás; nunca valoramos el hecho de que la naturaleza y su desarrollo es lo que realmente ha importado a lo largo de millones de años. Debó decir que en ese sentido hizo un muy buen trabajo, al dejar libre albedrío a la materia, no debió ser tarea fácil; sobre todo para su ego. Está bien, acepto que algunas “coincidencias” no se dan de manera tan fortuita, sería un error pensar que todo fue creado para vivir en la más completa libertad.
Qué más da si nos hemos olvidado de usted, no creo que le afecte tanto, le afectará a los que lleguen aquí y no creían, o a los que decían “chance y sí, chance y no”; “ver es creer” en el mundo moderno. Teniendo la mitad de “fe” y la mitad de “razón” se pretende estar siempre en lo correcto, vana ilusión. Sé que todo esto le ha afectado, que ha perdido credibilidad, pero tiene en mí la más sincera comprensión.
Debo añadir que este lugar tiene bonita decoración, demasiado diáfano para mi gusto, pero no podría ser de otra manera ya que siempre lo he imaginado así. La luz, símbolo de la sabiduría, tiene que entrar de manera constante para eliminar la posibilidad de chocar contra uno de esos supuestos monstruos que habitan en la oscuridad. Entonces sí, me parece buena la elección de colores, bonito lugar.
Entiendo señora, sé que es tarde y que además no es tiempo de hablar de estas cosas; tengo que despertar.
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